La tierra consolera de las 1000 danzas

Curioso que el género bailongo esté viviendo una segunda edad de oro, o así, en territorio consolero. Curioso porque ya se pasó la fiebre novedosa del sábado noche y, que yo sepa, no hay ningún programa televisivo puntero que nos ponga a bailar como cosacos. Debe ser que a la gente le pide el cuerpo ritmo y compás, así que nada, a mover el esqueleto con salero. Recordemos los principales juegos danzarines del momento. Abrimos fuego, y juego, con «DanceStar Party», un marchoso título para PSMove con la imaginación y el diseño coreográfico como principales bazas (ver imagen), aparte de amplias posibilidades de compartir nuestros pasos de baile vía online. Un título alegre, dinámico y con bastante imaginación y buen ver. No se queda atrás «Dance! ¡Todo el mundo a bailar!», también presente en PS3 y que hace hincapié en su modo carrera al presentarnos a media docena de personajes sudando la gota gorda para convertirse en estrellas de la pista. Ojo a su veintena de canciones de producción propia. Seguimos con «We dance», más «fitness» y con alfombrilla y todo para llenar de buenas vibraciones la Wii, consola que también recibe con los brazos abiertos «Just dance 3», con 40 temas de los más variados estilos y modos de juego tan consagrados como el Popurrí o el Simón dice. Y cerramos la discoteca con «Dance central 2», uno de los abanderados del «año II» de Kinect que esta vez acentúa sus habilidades multijugadoras en plan batalla de bailes, amén de incorporar la voz dentro de su gramola «nonstop». Lo dicho, a sacudir los zapatos de gamuza azul, que otros preferimos ver los toros y los travoltas desde la barrera.

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