Fallout Shelter Experimentos en los refugios

Fallout Shelter Experimentos en los refugios “Tengo una cámara de ejecución”, dice Matt Grandstaff. Aunque tal vez no suene muy sociable para venir del responsable de la comunidad global de Bethesda, Matt tiene un sencillo motivo para este diseño de interior un tanto drástico: el bien de muchos es mejor que el bien de unos pocos. Si eso suena draconiano, bueno… es que esto es el post-apocalipsis, y para que la humanidad sobreviva en este yermo sacudido por las bombas atómicas, a veces hay que hacer lo que se debe hacer.

Bienvenidos al Refugio 025 de Matt en Fallout Shelter, que ya está disponible gratis en Google Play y App Store. Este simulador elogiado por la crítica subió como un cohete hasta lo más alto de las listas de iOS cuando debutó en junio, y desde entonces ha pasado a formar esencial de la rutina móvil de Matt. Pero él, al igual que muchos supervisores veteranos, está dando ahora el siguiente paso lógico para mejorar su experiencia en el yermo: interpretar distintas situaciones para su goce personal. Eh, es el supervisor, así que, ¿por qué no?

Tanto si acabáis de empezar vuestra aventura como supervisor como si estáis gestionando múltiples refugios, interpretar un papel en Fallout Shelter añade una nueva dimensión a una experiencia ya de por sí adictiva. A continuación os mostramos tres de nuestros experimentos en refugios que podéis probar vosotros mismos.

El refugio de la oficina más carismática

Cuando a Matt Clinkscales le dio por experimentar con un refugio, se inspiró en una de sus series favoritas: The Office. “Mi objetivo es recrear el reparto de la serie en un refugio subterráneo post-nuclear”, dice el gestor de la marca del juego. “Esto implica hacer que cada nuevo morador se parezca a alguien del reparto”.

Clink (como se le conoce por nuestra oficina) empezó simplemente con clásicos como Michael Scott y Pam Beesly. Pero pronto tuvo que empezar a escarbar más y más, recurriendo a personajes de temporadas posteriores como Holly Flax y Clark Green. Clink hace todo lo posible por mantenerse fiel a la serie. “Tengo que asegurarme de que Dwight Schrute protege el refugio”, dice, “y llevar siempre a Kelly Kapoor con elegante ropa posnuclear”.

El mayor reto en el Refugio 200 de Clink (que toma prestado el número del bloque de oficinas de la Dunder Mifflin Paper Company): “Mantener las relaciones canónicas es imposible”, gruñe Clink. “Jim y Pam no han encajado bien en mi refugio, y eso me parte el corazón. Por otra parte, no fue hasta el final de la tercera temporada cuando empezó realmente su romance… ¡Siempre hay esperanza!”.

Todo queda en familia

Olvidemos por ahora el invierno nuclear de fuera del refugio. Para el vicepresidente de RR. PP. y marketing Pete Hines, el invierno se acerca dentro de su refugio.

“Básicamente he hecho mi propio Torreón de Craster”, dice Pete, en referencia al irascible salvaje de la serie Juego de tronos. Para los que no estéis familiarizados con los libros o la serie de HBO, Craster es un tipo peculiar que vive al norte de un gigantesco muro de hielo y sobrevive a la amenaza de los mortíferos caminantes blancos engendrando y criando a su propia familia. ¡Ugh!

En el caso de Pete, eso significaba que todos los niños de este particular refugio tenían como padre a un único (y muy ocupado) hombre. “No lo he llevado al extremo de expulsar a todos los hombres del refugio, pero se podría hacer”, dice Pete. ¿Su consejo de profesional? “Asegúrate de que das a todos los bebés un nombre que te ayude a llevar la cuenta de cuáles son las madres y cuáles son las hijas. Te será útil”.

Pero Pete no solo pensaba en Juego de tronos cuando comenzó este peculiar experimento. También se inspiró en el legendario Refugio 69, que estaba habitado por 999 mujeres y un solo hombre. “Por el contrario, en el Refugio 68 eran todos hombres y había una sola mujer”, dice Pete. “¡Todavía no he tenido valor para probarlo!”.

Selección natural

Tras pasar más de 100 horas en Fallout Shelter, Matt Grandstaff tiene ahora un refugio al máximo de su capacidad. Aun así, como en cualquier sitio interesante (o, quizá, porque es el único sitio interesante del yermo), cada vez más gente llama a la puerta de ese refugio. ¿Cómo lidiar con el influjo de moradores potenciales? “Tengo en marcha un proceso llamado “selección Matt-ural” con el que elimino a los moradores más débiles y tristes, a cambio de otros mejores”, dice Matt.

Os presentamos la cámara de ejecución: una central eléctrica vacía a la que se envía a desventurados moradores en grupos de dos o tres, despojados sin ceremonias de sus armas y uniformes y sometidos a repetidos modos Exprés.

Pero… ¡arriba esos ánimos! Matt no es un supervisor tan terrible. Lo único que exige es que los moradores mantengan un nivel de felicidad del 80% o superior. Hasta el peor de los aguafiestas puede escapar de la cámara de ejecución si consigue completar tres modos Exprés. “Si fracasan en algún momento, son sometidos a modos Exprés hasta que ya no puedan luchar más”, dice Matt. “Llegados a ese punto, doy la bienvenida a nuevos moradores de repuesto con una amplia sonrisa”.

Como en cualquier arena de gladiadores, la cámara de la muerte ha dado origen a una leyenda: un morador llamado Adam Murray, que sobrevivió nada menos que a siete modos Exprés consecutivos. “Murió en la cámara de ejecución unas semanas después”, lamenta Matt. “Su nombre pervive como inspiración para toda la humanidad”.

¿Y vosotros? ¿Tenéis también algún experimento en un refugio? Contadnos vuestros experimentos #VaultLife en Twitter, Instagram y Facebook y seleccionaremos algunos de nuestros favoritos para compartirlos con todos vosotros. ¡Puede que hasta os mandemos algún regalo chulo por contarnos vuestras historias! No perdáis de vista esta entrada para estar al día de las novedades y de otras formas divertidas de jugar en Fallout Shelter.

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